Estadio Akron /
La afición de Chivas no se pudo comportar al 100 por ciento y en los últimos minutos del partido ante Santos Laguna lanzaron en dos ocasiones el grito homofóbico y por eso el árbitro Fernando Guerrero detuvo las acciones por unos instantes.
Con el 1-1 en el marcador y las Chivas atacando, el público se molestó porque el portero Carlos Acevedo tardó en despejar y en tiempo de compensación apareció dos veces el “¡Eh, puto!”.
En la primera hubo llamada de atención por parte del sonido local, pero en segundos se volvió a dar y fue cuando Guerrero paró el encuentro.
Tras la reanudación hubo poco por hacer ya que segundos después llegó el silbatazo final de Guerrero para dejar el 1-1.
Esta es la primera ocasión en el regreso de la afición a los estadios que se detiene un duelo por el famoso grito homofóbico.